Comunidad menonita
Quintana Roo
19°35'56.61"N
90°13'24.32"O
Las comunidades menonitas en Quintana Roo, como en otros estados del sureste mexicano, se han expandido principalmente por razones económicas y culturales ligadas a su modo de vida tradicional. Su sistema de producción se basa en la agricultura mecanizada y la ganadería extensiva, lo que requiere grandes extensiones de tierra. Al establecer nuevas colonias, suelen talar la selva para abrir campos de cultivo, especialmente para sembrar maíz, soya y sorgo, actividades que les permiten mantener su autosuficiencia y vender excedentes.
Sin embargo, este modelo entra en conflicto con el entorno tropical de la región: los suelos del sureste son delgados y frágiles, y al eliminar la cobertura forestal se provoca erosión, pérdida de fertilidad y alteración del equilibrio hídrico.
Además, la deforestación masiva y el uso de agroquímicos impactan la biodiversidad y contaminan los sistemas de cenotes y acuíferos. La expansión menonita ha sido favorecida por la venta o renta de tierras ejidales y por la falta de regulación ambiental efectiva, lo que convierte este fenómeno en un reto urgente de manejo territorial y conservación ecológica en Quintana Roo.
Estamos hablando de 5,400 hectáreas dañadas, lo que equivale a una dimensión aún más grande que la propia ciudad de Chetumal.












