Carta Geológica de México
Reconocer el territorio
Reconocer el territorio
México es un país con una extensión territorial de 2’000,000 km2, cuenta con una extraordinaria riqueza en su subsuelo.
Considerando la complejidad geológica, la gran extensión del territorio nacional y la forma como se integró el grupo de trabajo para realizar la carta, se dividió a la República Mexicana en cinco sectores geográficos: Noroeste, Noreste, Centro, Sur y Sudeste. La filosofía general del método de compilación fue la de tratar de comprender la geología de cada región, para poder interpretar de manera coherente y marcar estratigráficamente los eventos más significativos de la historia geológica del territorio nacional. De esta manera, surgió como idea básica la subdivisión de México en provincias geológicas
Considerando la complejidad geológica, la gran extensión del territorio nacional y la forma como se integró el grupo de trabajo para realizar la carta, se dividió a la República Mexicana en cinco sectores geográficos: Noroeste, Noreste, Centro, Sur y Sudeste. La filosofía general del método de compilación fue la de tratar de comprender la geología de cada región, para poder interpretar de manera coherente y marcar estratigráficamente los eventos más significativos de la historia geológica del territorio nacional. De esta manera, surgió como idea básica la subdivisión de México en provincias geológicas
VI. Provincias Geológicas de México
La juventud geológica destaca como uno de los rasgos más distintivos del territorio nacional, pues casi las tres cuartas partes de las provincias geológicas del país exponen, mayoritariamente, rocas de edad mesozoica o cenozoica, es decir, de los últimos 225 millones de años, mientras que las rocas del precámbrico solamente afloran en cantidades substanciales en el 12% de ellas.
Otra característica distintiva de la geología de México es la distribución asimétrica de las provincias en cuanto a su origen, ya que en la mitad oriental del país están concentradas las provincias sedimentarias (de origen superficial), en tanto que en la mitad occidental están localizadas las provincias magmáticas y metamórficas (de origen profundo). Esta dicotomía tan clara de la geología mexicana se explica por el carácter pasivo que ha tenido la margen oriental de México desde el Jurásico, en contraste con lo convergente y activo que ha sido, desde la misma época, su margen occidental. Como consecuencia de esta historia geológica contrastan, las riquezas metálicas del país están concentradas en la mitad occidental de su territorio, mientras que las energéticas, de origen superficial (petróleo, gas y carbón), están localizadas en la mitad oriental.
Por su extensión, la provincia más grande de México es la Faja Ignimbrítica Mexicana, con aproximadamente 300,000 km2 , 1,600 km de longitud y un promedio de 250 km de anchura, mientras que la más pequeña es la Juchateca, en el sur de México, con apenas unos centenares de kilómetros cuadrados de amplitud. Por último, debe advertirse que en el esquema de provincias geológicas de México que se propone, se toma en cuenta únicamente las unidades geológicas expuestas en la superficie o muy cerca de ella, pero no se considera su distribución en la profundidad, revelada por perforaciones o métodos geofísicos, ni las ocultas bajo el mar.
Con la definición propuesta y mediante un análisis cuidadoso de la información geológica disponible sobre el país, fueron distinguidas 35 provincias, señalando su edad, origen y ambiente geotectónico correspondiente. Las provincias, por su edad característica, tienen la siguiente distribución: dos del Precámbrico, tres del Paleozoico, 13 del Mesozoico, 16 del Cenozoico y una del Cenozoico-Mesozoico. Por su origen dominante, la distribución fue así: seis plutónicas, cinco volcánicas, diez sedimentariomarinas, cuatro sedimentario-continentales, cinco volcano-sedimentarias y cinco de origen complejo. Finalmente, se asocia a las provincias geológicas mexicanas con los siguientes ambientes geotectónicos de evolución: complejo de subducción (1), raíz de arco (6), arco submarino (4), arco continental (5), plataforma (4), orógeno (2), geoclinal (8) y compuesto (5).
Esta clasificación de las provincias geológicas mexicanas, surgida del análisis de la geología compilada para la carta, se presenta como una guía general que permita al usuario extraer información de una manera pronta y comprender más fácilmente la compleja constitución geológica de México. También puede servir como base para investigaciones y compilaciones geológicas más detalladas y específicas desarrollando, por ejemplo, el estudio integral de la geología de cada provincia, incluyendo como meta fundamental el contenido y evolución de sus yacimientos minerales.
(información obtenida del Instituto de Geología UNAM)