Apaxco de Ocampo
Estado de México
20° 0'45.63"N
99°13'31.54"O
Estado de México
20° 0'45.63"N
99°13'31.54"O
Apaxco (del náhuatl atl, "agua" y patzca, "exprimir"; el "lugar donde se exprime el agua") es un municipio del Estado de México que junto con Atotonilco de Tula (del náhuatl atl, "agua", totonqui, "caliente"; el "lugar en donde el agua hierve") municipio en el estado de Hidalgo, forman parte de la llamada "cuenca cementera Atonolico - Apaxco".
El también nombrado eje Tula-Tepeji-Apaxco, se encuentra en la provincia fisiográfica de la Sierra Volcánica Transversal o Eje Neovolcánico. Les une el Río Salado donde desembocan varias aguas termales o calizas provenientes de las grietas del subsuelo volcánico.
La explotación de piedra caliza, arenas y arcillas ha atraído la inversión nacional y extranjera a la zona, hoy nombrada “región de sacrificio” por especialistas ambientales al considerarla una de las zonas más contaminadas de México y del mundo.
Según el Inventario Físico de los Recursos Minerales del Municipio de Apaxco (2007), la caliza de la zona es la más cercana a la Ciudad de México, donde desde 1911 se han instalado caleras y cementeras. Según el Panomara Minero del Estado de Hidalgo (2018), Agregados Cemex extrae 420 mil toneladas de caliza al año, Caleras Beltrán extrae 900 mil toneladas, Cooperativa Cal El Tigre 600 mil toneladas, mientras que Cementos Lafarge extrae 2 millones 300 mil toneladas de caliza cada año; lo que suma una extracción registrada de cerca de 4.5 millones de toneladas anuales de caliza al año, tan solo del municipio de Atotonilco de Tula.
Sin embargo, hoy las cementeras son solo una de las actividades industriales de riesgo en el eje, se suma la incineradora de residuos tóxicos Geocycle México y, a unos kilómetros, la refinería y la petroquímica de Pemex junto a la Termoeléctrica de Tula.
El también nombrado eje Tula-Tepeji-Apaxco, se encuentra en la provincia fisiográfica de la Sierra Volcánica Transversal o Eje Neovolcánico. Les une el Río Salado donde desembocan varias aguas termales o calizas provenientes de las grietas del subsuelo volcánico.
La explotación de piedra caliza, arenas y arcillas ha atraído la inversión nacional y extranjera a la zona, hoy nombrada “región de sacrificio” por especialistas ambientales al considerarla una de las zonas más contaminadas de México y del mundo.
Según el Inventario Físico de los Recursos Minerales del Municipio de Apaxco (2007), la caliza de la zona es la más cercana a la Ciudad de México, donde desde 1911 se han instalado caleras y cementeras. Según el Panomara Minero del Estado de Hidalgo (2018), Agregados Cemex extrae 420 mil toneladas de caliza al año, Caleras Beltrán extrae 900 mil toneladas, Cooperativa Cal El Tigre 600 mil toneladas, mientras que Cementos Lafarge extrae 2 millones 300 mil toneladas de caliza cada año; lo que suma una extracción registrada de cerca de 4.5 millones de toneladas anuales de caliza al año, tan solo del municipio de Atotonilco de Tula.
Sin embargo, hoy las cementeras son solo una de las actividades industriales de riesgo en el eje, se suma la incineradora de residuos tóxicos Geocycle México y, a unos kilómetros, la refinería y la petroquímica de Pemex junto a la Termoeléctrica de Tula.
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